LA CALA DE CABALLO
Ahí va el charro bien sentado,
Sobre su cuaco alazán,
Los jueces están atentos,
Vamos a ver que le dan,
Baja el charro de su cuaco,
Para mostrarles el freno,
Ver que no exista trampa,
Y que obedezca a su dueño.
Se va al trote al partidero,
Ya lo vemos al galope,
Un galope bien marcado,
Que no se parezca trote,
Se arranca del partidero,
Va a toda velocidad,
Él quiere rayar su cuaco,
Y sentir felicidad,
Rayo en el cuadro su cuaco,
Y lo hizo en un piquete,
Que buena punta del cuaco,
Ya van sonriendo los jueces,
Ahora va a mostrar los lados,
Que trae su cabalgadura,
Quiere mostrar que trae rienda,
Y que no es de boca dura,
Ahora se ha llegado el turno,
De mostrar los medios lados,
Y lo hace con gran lujo,
Al pintarlos bien marcados,
Ya nos mostrara su ceja,
Debe ser en línea recta,
y lo hará en un buen tramo,
Llegando hasta los cincuenta,
Llego a los cincuenta metros,
Y de eso está consiente,
Ya va regresando al ruedo,
Y se le mira sonriente,
El tranco de su caballo,
Ni mondingo ni trotón,
Lleva en sus lomos un charro,
Que es puro corazón.
juan manuel macias m.
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